Mi camino, no lineal, a la ilustración profesional

Y ahora resulta que se me ocurrió dibujar como profesión. Bueno, siendo sincera, la realidad es que no se me ocurrió ahora, pero ahora le estamos dando una verdadera oportunidad. Un poco por esto lo estamos publicando para que todo el mundo lo lea, y también porque creo que eso va a generar un compromiso con la tarea que quizás no haya tenido antes.

Lo cierto es que como todos, creo, dibujo desde pequeñita. Creo que no hay nada más común que ver un niño con lápices, crayones o pinturas haciendo todo tipo de creaciones.

Bueno, así era yo.

Luego me fui por las ramas.

Hice un millón de otras cosas, algunas ligadas a la creatividad y otras no tanto. Y digo “no tanto” a propósito, porque hoy creo que no existe un ser humano sin creatividad y que está un poco en todas las áreas de la vida.

La cuestión es que un día, entre carreras, entre pañales y entre otras cosas que no vienen al caso, decidí, de grande, hacer un curso de dibujo. Porque en ese momento, no creía ser una persona creativa, para nada, no era lo mío, ni ahí. Las pavadas que a veces uno se dice a sí mismo, y encima se las cree.

Eso fue ya hace unos 8 años, en los que aprendí varias cosas, no solo relacionado al dibujo. Pero soy consciente que me quedan todavía muchas por aprender.

Porque parte de todo esto es saber que somos un proceso, que siempre estamos en desarrollo y que siempre estamos aprendiendo. Por eso quiero compartirte mi proceso.

Lo primero es ilustrar. Y como otros ilustradores ya consagrados recomiendan, practicar, practicar y practicar. Así que voy a comenzar con un desafío propio en el que voy a dibujar, aunque sea un boceto, todos los días, a modo de práctica y para mejorar la técnica. Estoy compartiendo estas imágenes en mi cuenta de instagram.

Ilustredda toma un nuevo rumbo con este blog, en el que quiero hablar de cosas creativas, con personas creativas.

Así que si estás para eso, bienvenidx!